¡Ignorarlas no va a hacer que desaparezcan!
El cuerpo es muy listo, en términos de salud. Si hay algo que no marcha del todo como debiera, generalmente envía una señal, un mensaje de que algún problema médico algo podría estar gestándose bajo la superficie. Y el problema es que no siempre hacemos caso. Una encuesta llevada a cabo en la Kaiser Familiy Foundation, en San José, en California, muestra que muchas mujeres no van al médico porque están muy ocupadas o porque no pueden tomarse un día libre. Nada hace pensar que los hombres actúan de manera diferente. Incluso al contrario: tradicionalmente, son menos proclives a cuidarse que ellas.
Y, seamos sinceros: muchas veces es más fácil no hacer caso que actuar consecuentemente.
Error, recuérdelo, actuar así es un error. Es importante coger el toro por los cuernos y diagnosticar precozmente, antes de que las cosas pasen a mayores, antes de que el hipotético mal cause problemas irreversibles.
Cuando sucede algo no ya raro, sino simplemente no habitual, considérelo una alerta que debe investigarse. A continuación, mostramos algunos de esos toques de atención, no siempre obvios, que deberían hacerle pedir cita con su médico.
